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LA PALABRA DEL TIEMPO...

El hijo del ferroviario..

El hijo del ferroviario..

La continua lluvia de sol, le regaló una piel morenita que parecía unirse en complicidad con la profundidad de aquella mirada triste que siempre me impidió ver el color de sus ojos...

Demasiadas veces, mientras Andrea espera su segundo tren, me sorprendo a mi misma mirándole sin verle con la mirada clavada en aquella figura lejana, casi diminuta, que se dibuja insistentemente una y otra vez en mi pensamiento…Me pregunto el porqué, mi memoria guarda el recuerdo de alguien a quien nunca conocí..

Solo sabía que era el hijo del ferroviario y, que se llamaba Manuel, porque, en alguna ocasión, oí a su madre llamarle desde la morada que formaba parte del apeadero al otro lado de las vías...

Tan solo en contadas ocasiones , nuestras miradas se cruzaron en una transmisión secreta de atracción mutua, aunque ninguno de los dos reunimos nunca el valor suficiente para transformarlas en aquellas palabras que hubieran podido dar forma, cuando menos, a una bonita amistad.

Pero Manuel nunca dijo nada, y yo siempre callé dentro de mi silencio todas aquellas conversaciones imaginarias que durante la mayor parte del día sostenía con su persona en cualquier parte y a cualquier hora llegando a perder la noción del tiempo.

Nunca supe que era aquello que obsesivamente me atraía de Manuel; Tan solo sentía que era alguien diferente y, que su presencia desprendía ante mí esa extraña magia que nos invita clandestinamente a vivir una ilusión...

..Y cuando le veía jugar a esconderse entre las nubes infinitas que expulsaba la válvula de escape de aquel viejo tren,..Me parecía que Manuel era irreal; que no pertenecía a este mundo; incluso que el tren no era el propietario de aquella humedad extremadamente blanca que veían mis ojos, si no, que eran las gotitas de vapor que siempre amenazaban con derramarse en las incoloras cuencas de Manuel.

Hoy sé, que siempre amé su tristeza, la timidez de su boca, el silencio de sus palabras, La humildad de sus movimientos, la magia de su persona...

Hoy sé, que mi corazón ya nació con un hueco para Manuel; aunque no sepa el porqué, como tampoco nunca supe nada de él; salvo que era el hijo del ferroviario y que tenía la magia suficiente para que mi recuerdo se siga perdiendo entre nubes de vapor...al otro lado de las vías...

10 comentarios

Mar__ -

Ya hace tiempo que no te leo,es una pena.Me gusta tu blog.

Tienes un premio en mi blog,te dejo el enlace por si quieres pasarte.

Un beso

http://lagrimas-en-el-mar.blogia.com/

Rebelde -

Bonito y tierno relato Esther,
me ha encantado tu blog,seguiré visitandote.
Besos, caricias y un abrazo

Miguel -

Esther, yo sigo viniendo por aquí casi todos los días... A ver si en uno de ellos vuelvo a encontrar tu luz. Espero que seas tan cabezota como yo y sigas.

Un besito

Miguel -

Mi pequeña Esther, dejar de escribir no soluciona nada, creo que todo lo contrario; qué hermosa sensación la de oír sonar a las teclas y dejar que los dedos vayan cociendo y cosiendo nuestros sentimientos, sean de pesar, de peso o del mágico mundo de los vuelos.

No te pares, hay tanto que hacer y contarlo que lo hecho es como cuando parte un barco, lo ves alejarse cada vez más pequeño, conviertiéndose en un punto del horizonte hasta desaparecer...

Besitos

Moony -

Jo, Esther, qué maravilla de texto.
Qué forma de describir esos ojos, esa mirada... el vapor del tren... no sé... tantas cosas.

¿será verdad que nacemos con huequitos en el alma para albergar amores determinados?

(me sumo a las preguntas de Miguel. Es mucho tiempo sin escribir, niña, mucho...)

Miguel -

¿Cómo estás Esther? ¿Te sientes bien? Demasiados días sin escribir... Te extraño. Te extrañamos.

Besos

Miguel -

Esther, como siempre magnífico. Es que ni sé qué más decirte, ya sabes que siempre me han capturado y embrujado tus escritos...

Besos

Sakkarah -

Los amores platónicos de cuando éramos niños...¡Cuánta fantasia! y que bonito.

Un beso.

3ª Planta -

Me engancho a la sencillez de tus palabras y tu forma de decir las cosas.
Un beso

Parada -

Que dificil es olvidar ese amor primero, ese que nos contagia de magia sin tocarnos. Me gusta la ternura de tus letras de hoy.
un besin.